China, la segunda economía más grande del mundo y un líder en innovación tecnológica, ha tomado un camino drásticamente diferente al de muchas naciones occidentales en lo que respecta al ecosistema de las criptomonedas. Lejos de adoptar el espíritu descentralizado y sin fronteras de Bitcoin y otras divisas, Beijing ha orquestado una de las represiones regulatorias más completas y contundentes de la historia reciente, redefiniendo no solo su panorama financiero interno sino también impactando significativamente el mercado global de activos digitales. Este control implacable no es un mero capricho regulatorio, sino una estrategia multifacética impulsada por la estabilidad económica, el control de capitales y el ambicioso proyecto del Yuan Digital (e-CNY).
El Gran Muro de la Prohibición: La Purga Cripto
El punto de inflexión llegó en 2021. Aunque China ya había tomado medidas contra la actividad cripto en años anteriores, como la prohibición de las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO) en 2017, la ofensiva de 2021 fue exhaustiva y final.
La Represión a la Minería
Históricamente, China fue el centro neurálgico de la minería de Bitcoin, albergando en un momento dado más del 65% del hash rate global. La disponibilidad de energía barata, especialmente el excedente hidroeléctrico o de carbón, hizo que el país fuera atractivo para las vastas granjas de minería.
Sin embargo, en mayo y junio de 2021, las autoridades provinciales, siguiendo directivas centrales, ordenaron el cierre inmediato de todas las operaciones mineras. Las razones esgrimidas fueron variadas, incluyendo:
- Objetivos de Carbono: El consumo masivo de energía, a menudo proveniente del carbón, chocaba con el compromiso de China de alcanzar la neutralidad de carbono.
- Riesgo Financiero: El gobierno percibía la minería como una actividad especulativa que desviaba energía y capital.
Este movimiento provocó un «Gran Éxodo» de mineros a jurisdicciones como Estados Unidos, Kazajistán y Canadá, reconfigurando permanentemente la geografía de la minería de Bitcoin .
La Ilegalización de Servicios
Casi simultáneamente, el Banco Popular de China (PBOC) y otras agencias declararon que todas las transacciones de criptomonedas y los servicios relacionados eran actividades financieras ilegales. Esta declaración tuvo consecuencias directas e inmediatas:
- Se prohibió a los bancos y plataformas de pago proporcionar servicios para transacciones cripto.
- Las bolsas de criptomonedas extranjeras que servían a usuarios chinos fueron obligadas a cerrar sus operaciones en el país.
- La participación de ciudadanos individuales en el trading y la inversión fue fuertemente desalentada y, en la práctica, criminalizada.
La Estabilidad y el Control: Razones Fundamentales
Las motivaciones detrás de este control draconiano son complejas y profundamente arraigadas en la filosofía de gobernanza china.
1. Riesgo Sistémico y Protección al Consumidor
El gobierno chino siempre ha priorizado la estabilidad financiera y social. Las criptomonedas, con su volatilidad extrema y falta de regulación centralizada, se consideran una fuente significativa de riesgo. Beijing temía que la especulación con criptoactivos pudiera llevar a burbujas de activos, estafas y pérdidas masivas para los inversores minoristas, lo que a su vez podría desencadenar malestar social.
2. Control de Capitales
China mantiene estrictos controles sobre el flujo de capital que entra y sale del país. Las criptomonedas, especialmente las stablecoins y Bitcoin, ofrecen una vía fácil para eludir estas restricciones, lo que permite a los ciudadanos sacar grandes sumas de dinero del país sin el permiso del gobierno. La represión garantiza la eficacia del control de capitales, crucial para la gestión de su tipo de cambio y su política monetaria.
3. Lucha contra el Blanqueo de Dinero
La naturaleza pseudónima de las criptomonedas las convierte en herramientas atractivas para actividades ilícitas. Al prohibir el uso generalizado de estos activos, el gobierno busca cortar una vía potencial para el blanqueo de dinero, la evasión fiscal y el financiamiento del terrorismo.
El Yuan Digital (e-CNY): La Alternativa Estatal
Quizás el motivador más poderoso y prospectivo detrás de la represión de las criptomonedas privadas es la necesidad de despejar el camino para el proyecto de moneda digital del propio banco central de China: el Yuan Digital (e-CNY).
El e-CNY es una Moneda Digital de Banco Central (CBDC). A diferencia de Bitcoin, que es descentralizado, el e-CNY es completamente centralizado, emitido y controlado por el PBOC.
Un Instrumento de Control Financiero
El Yuan Digital ofrece a Beijing un nivel de supervisión sin precedentes sobre la actividad económica. Permite al gobierno:
- Rastrear el dinero en tiempo real.
- Implementar políticas monetarias de manera más granular (por ejemplo, caducidad del dinero para estimular el gasto).
- Fortalecer la inclusión financiera al ofrecer una forma de pago digital para todos.
Al prohibir las criptomonedas privadas, China elimina la competencia directa con el e-CNY, asegurando que el Yuan Digital sea el único actor en el espacio de la moneda digital legal en el país. Esto no solo refuerza el control interno, sino que también posiciona a China para ser pionera en la moneda digital transfronteriza .
Impacto Global y Lecciones Aprendidas
La política china no se ha limitado a sus fronteras:
- Volatilidad del Mercado: Cada anuncio de represión, especialmente en 2021, provocó caídas inmediatas y significativas en el precio de Bitcoin y otras altcoins, demostrando la influencia residual de China en el sentimiento del mercado global.
- Reubicación de la Innovación: El Gran Éxodo de mineros y empresas cripto ha impulsado el crecimiento del sector en otros países, especialmente en Norteamérica.
En resumen, la estrategia china es un claro compromiso con un futuro digital centralizado y estatalmente controlado. Mientras Occidente debate la regulación de activos descentralizados, China ha optado por la erradicación de las criptomonedas privadas para establecer su propia moneda digital como la base de su futuro financiero. El Dragón ha elegido la moneda de control por encima de la moneda de la libertad.